Ladrones de países Es una de las organizaciones de creyentes más antiguas de la historia de occidente, superada quizás por las iglesias cristianas y mahometanas. Pero además mucho más cruel, totalitaria y dañina para la salud, la libertad y el desarrollo humano. Su Manifiesto originario (Londres, 1848) se constituyó en una declaración de guerra permanente por parte de sus seguidores. En la base de acuerdos políticos y revolucionarios internacionales. Y en un contrato de adhesión, manipulación y sumisión ideológica de todos los pobres.
El marxismo-comunismo, tardó 70 años en llegar al poder en el noviembre zarista de 1917. Y creció a todo lo largo del Siglo XX, valido incluso de la necesidad de apoyo de Occidente para enfrentar el ultraizqiuerdismo nacionalista liderado por Alemania, Italia y Japón en su cúspide expansionista militar que generó la Segunda Guerra Mundial.
La historia corta es que bajo el pretexto de redimir por siempre a los obreros y a los pobres, se apropiaron de los países conquistados y pretendieron gobernarlos por siempre. Y que Dictadura del Proletariado. Una guará exclamaría un larense. Ni Stalin que a lo sumo, nunca fue obrero. Trabajó muchísimo sí. Masacrando opositores o condenándolos a morir en campos de concentración. Vaya utopía.
Este mito se ha venido derrumbando. En nuestro continente sobreviven Cuba, Nicaragua y Venezuela. Tres fracasos escandalosos y muy fastidiosos, sobretodo por la ignorancia de sus capos, la infelicidad que propalan y la elevada criminalidad de sus cortes despóticas.
No hace falta recrear detalles. Todos los conocemos muy bien. Roban el país, se apropian de toda su riqueza, de sus instituciones, confiscan vida, libertad e instituciones y se dedican a destruir y esclavizar a la gente, so pretexto de conducirlos a una utopía comunista. Concentran el poder, la justicia, la propiedad económica. Ufa! exclamaría un italiano.
Un país es un proyecto histórico, político y cultural. Su libertad impone el respeto a los derechos humanos. Es verdad que el mundo se encuentra muy retrasado en el logro de una sociedad de naciones libres y democráticas. Y también de justicia económica y social. Sobretodo porque en distintas culturas no occidentales los principios de libertad, igualdad y solidaridad están subordinados a valores despóticos. Por eso la ONU no cuenta con un apoyo mayoritario para defender procesos de cambio y de luchas antidictatoriales.
Pero este no es el caso de Iberoamérica que forma parte del mundo occidental, desde las raíces. Por ello, cada vez más se derrumban las tiranías y se fortalece nuestro continente en una unidad democrática americana, con pleno respeto a los derechos humanos. Un mejor espacio geopolítico, todavía amenazado por el caudillismo histórico, neomarxista.
Desde 1999 Venezuela sufre de este perverso despojo colonialista-comunista, bajo una mascarada pseudo democrática y un sistema electoral negado a la libertad de elegir, alternabilidad y al respeto al voto en democracia. Nos secuestraron el país bajo un demagógico y despótico ultraje, por esta nueva internacional comunista controlada desde La Habana y en un eje multipolar despotista. Así lo hicieron también en Nicaragua y lo han logrado medianamente con la complicidad y complacencia de algunos líderes socialistas, en casos como Bolivia, Mexico, Colombia y Brasil; que no han podido culminar estos procesos de expropiación y confiscación porque se trata de países con instituciones más firmes en su sistema constitucional y con independencia de poderes y población más avanzada en la defensa de la libertad.
Ese es el contexto de esta absurda situación del momento en Venezuela. Bajo el paraguas de una revolución retórica, se cobija en una artrítica armazón de acuerdos y burocracia internacional, una tiranía de ineptitud, corrupción y represión anticonstitucional y sanguinaria, que se siente propietaria del país.
Venezuela está secuestrada, exiliada y maniatada. Luchando a brazo partido, con bravura y dignidad popular y gran temple cívico. Ganamos unas elecciones con masivo apoyo popular y la comunidad internacional nos apoya en forma decidida por parte de la gente, los pueblos. Pero los países y los líderes están enredados, no saben redactar decisiones o les da pena con un Presidente que no lo es ya, que es golpista y terrorista de estado y que además es reo inminente por genocida y ejecutor permanente de una larga cadena de crímenes de lesa humanidad. Y todavía hay gente que vacila. Incluso Rectores bacilos, sin ninguna vergüenza, reprimiendo alumnos libertarios. Avestruces habemus. Hay que estar cada día más firmes, decididos y activos. Con Edmundo y María Corina, hasta el final.